Al campo se va ...

Circular Subida a las pilas del Tunio - El Palo (I)

Cerca del cortijo de Líbar, desde el carril que viene de Montejaque (habiendo recorrido en coche aproximadamente 8 km) accedemos al sendero.
 
 
Pilar del Saucillo.
 

Subimos por una vereda, que transcurre por la dehesa Boyar de Benaoján, entre quejigos y encinas.
 
 
Poco a poco vamos ganando altura. A la izquierda tenemos los llanos de Cufría y Pozuelo y la sierra de Montalate.
 
 
El terrero es bastante pedregoso. Pasamos esta cancela y la dejamos cerrada.
 
 
A partir de aquí la arboleda es más escasa. Probablemente debido a la práctica de carboneo que antaño hubo en la zona.
 
 
Disfrutamos de unas maravillosas vistas.

 
 
Encontramos algunas dolinas en la subida hacia el Tunio.

 
En estos parajes predomina la roca caliza.
 
 
Observamos peculiares formaciones rocosas, lapiaces de extraordinaria belleza.

 
 
En las faldas del Tunio.
 
 
 
En algunos casos, dichas formaciones adoptan enigmáticas formas de caras, esfinges...
 
 
 
Al parecer estas pilas, talladas a golpe de cincel en la misma roca caliza, se utilizaban para la fabricación de hielo. En otros tiempos, estas pilas se llenaban de agua a causa de la lluvia o bien el agua procedía del Pilar del Saucillo desde el que se transportaba en bestias. Durante las gélidas noches de invierno, ésta se transformaba en hielo. Otras veces se utilizaba como adicional apoyo a los cercanos pozos de nieve o neveros, que se ubicaban en la depresión que hay en dirección a la sierra del Palo.
 
 
Desde siempre la escasez y las restricciones han sido dos de los dos principales acicates para la búsqueda de oportunidades. Obviamente, el oficio de nevero era penoso y estaba mal remunerado. este esforzado hombre de antaño, merece nuestro reconocimiento, admiración y respeto.
 
 
 
 
 
 
Abajo el cortijo de Líbar.
 
 
Al fondo la sierra del Endrinal y Pinar.
 
 
 
El desgaste (erosión) de las superficies rocosas por agentes externos (como el agua, el viento o descenso de la temperatura) ha ido configurando caprichosamente estas formaciones rocosas.
 
 
Panorámicas laterales en la famosa cara del Tunio.
 
 
 
Al fondo el cerro del Palo.
 
 
Construcción semiderruida de un antiguo nevero o pozo de nieve.
 
 
Miramos hacia atrás y divisamos a lo lejos el Tunio.
 
 
Afrontamos un nuevo repecho hacia el vértice geodésico de la sierra del Palo.
 
 
 
Poco a poco vamos ganando terreno a la pendiente.

 
Nos acercamos a la cumbre.
 
 
 
 
 
 
 
Después de reponer fuerzas comiendo algo, empezamos a descender.
 

 
 
Puerto del Gastor y al fondo el Martín Gil.
 
 
 
Antes de llegar a la linde de piedras, vamos desviándonos hacia la derecha.
 
 
Divisamos los Llanos de Líbar.
 
 
Es preferible continuar el sendero a la derecha de la alambrada.
 
 
A la izquierda vemos el cortijo de Líbar.
 
 
Los coches están ubicados donde iniciamos el sendero.
 
 
 
 

Ubicacion